viernes, 1 de marzo de 2019

LEYENDA 30 EL HOSPITAL DE LA PRINCESA Y SU FANTASMA ILUSTRE

Comparto con ustedes el segundo artículo dedicado a fantasmas en hospitales. Todo comenzó el día 20 de diciembre de 1851 cuando nace la hija de Isabel II, María Isabel Francisca de Asís, Princesa de Asturias y heredera al trono hasta el nacimiento de su hermano, el futuro rey Alfonso XII, y en cuyo honor lleva este Hospital el nombre de "Princesa". Ocurrió un 12 de febrero de 1852, que la Reina sufre un atentado a manos del cura Merino, cuando en cumplimiento de la tradición, se dirigía a presentar a la Princesa al Santuario de Nuestra Señora de Atocha. Esto provoca que cuatro días más tarde, la Reina dirija una carta al Presidente del Gobierno, Juan Bravo Murillo, en la cual expresa su deseo de que se construya un Hospital al que se daría el nombre de "Princesa", en honor a su hija y en acción de gracias por haber salido ambas ilesas. El 16 de octubre del mismo año, la Reina puso la primera Piedra del futuro Hospital, que se construyó en el Paseo de Areneros, hoy Alberto Aguilera. El Hospital fue inaugurado el 24 de Abril de 1857. El día 3 de Noviembre de 1955, es inaugurado oficialmente un nuevo edificio,  situado en la calle Diego de León, construido con la finalidad de albergar el antiguo Hospital de La Princesa. El traslado se realizará gradualmente durante los  años 1955 y 1956 y será denominado "Gran Hospital de la Beneficencia General del Estado". Recupera su nombre original tras una gran remodelación en 1984, acude al evento La reina Sofía. Justo un año antes entre obras y pasillos llenos de pacientes, es cuando surge la leyenda del ilustre señor Don Camilo. Fue un paciente con problemas de corazón que estuvo ingresado una larga temporada. Don Camilo tenía sombrero, bastón y traje inglés. Paseaba al atardecer por los pasillos de la tercera planta del centro. Poco se sabía de su procedencia, y se le trato siempre como a un paciente más. Chicoleaba con las enfermeras, siempre comportándose como un caballero, y adulaba a las damas a su salida del centro. A Don Camilo a sus 88 años, le llegó su hora, y falleció en la tercera planta postrado en su cama. Fue enterrado en la sacramental de La Almudena. Pasaron varios meses, y la ausencia de nuestro paciente se hacía notar, hasta que un atardecer, algunas enfermeras y médicos dijeron ver el espectro de un hombre vestido con traje inglés, sombrero y bastón paseando al por los pasillos de la tercera planta del Hospital. Todos se preguntan si este fantasma, que aún se aparece,  es el de Don Camilo.