Dicen que este lugar mitológico de Madrid se
encontraba entre las calles Duque de Liria y Mártires de Alcalá y que servía
como vivienda arrendada a los criados y personal del Rey en el siglo XVIII. En
el inmueble, se comenta que un grupo de inquilinos apostaban fuertes sumas de
dinero cada noche. El juego, y su descontrol sobre sus apuestas les llevó a una
acalorada discusión que se interrumpió cuando apareció en escena un ser barbudo
de reducido tamaño pidiendo silencio. Una vez superado el susto la
discusión siguió adelante. Pero en esta segunda ocasión la trifulca fue
interrumpida para siempre por siete enanos con garrotes que les propinaron una
dura e inesperada paliza. Los inquilinos huyeron sin volver a por sus
pertenencias. Más tarde, la casa fue comprada por la duquesa de Hormazas y
poco después de su mudanza se comenzó a extrañar por la desaparición de objetos
personales que literalmente se volatilizaban sin dejar rastro. Mientras
reprendía al servicio vio como aparecían cinco seres diminutos con las
pertenencias robadas en la mano. La marquesa, asustada, abandonó en ese mismo
instante el lugar y lo dejó abandonado hasta que pudo endosárselo a un cura de
nombre Melchor de Avellaneda. También se encontró con los duendes burlones, que
le vacilaban quitándole los hábitos. El clérigo, dejó el lugar a una lavandera
sin recursos que servía a una poderosa marquesa. Tras varios incidentes con los
duendes y una investigación en serio sobre el terreno, se trató de quemar el
lugar maldito al comprobar la supuesta veracidad de los hechos. Después de décadas
de abandono, cuando se produjo su demolición, los obreros explicaron que en el
sótano se habían encontrado una puerta que daba a una sala donde se encontraban
varios seres diminutos y ya decrépitos creando monedas. Algo que corrobora la
parte de la leyenda que decía que estos duendes imprimían su propio dinero que
distribuían de noche. Lo insólito es que todos los habitantes y visitantes de
la vieja casa tuvieron encuentros con esos duendes que habitaron este lugar
perdido en el tiempo. A día de hoy, no existe el inmueble, y se comenta que el
cineasta Madrileño Edgar Neville se inspiró en esta historia para crear su
película de 1947, la torre de los siete jorobados.
viernes, 14 de mayo de 2021
LEYENDA 46 LA DESAPARECIDA CASA DEL DUENDE
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