VOCES EN LA DGS EN LA PUERTA DEL SOL
Dgs para quienes no la conocieran son las siglas de lo que era la Dirección General de Seguridad, en
activo desde 1886, y hasta 1986 convertida en secretaria de estado. Se
encuentra ubicado en lo que es hoy la sede del gobierno regional de la
comunidad de Madrid, en la Puerta del Sol. Fue un lugar siniestro que
frecuentaron delincuentes y presos políticos con cuentas pendientes con la
justicia. Los comisarios que la dirigieron se hicieron famosos por sus técnicas,
poco ortodoxas. Un comisario, el señor Conesa era el más temido de la última
etapa franquista. En una ocasión dijo algo así como, “Vayan tocando a este mamarracho mientras veo el partido de la copa de
Europa, que ahora vengo”. Este testimonio es de Luis de las Barreras,
capturado por la policía cuando iba a salir del país desde Barcelona en mayo de
1975. Comenzaron por una ronda de golpes
y luego le aplicaron la técnica de la botella
borracha , pero a tortazos. Se fueron calentando hasta que le aplicaron otra
técnica de tortura, El pato.
Consistía en esposar
las manos por debajo de las rodillas y obligar a andar a patadas y golpes;
luego le hicieron el quirófano, sentarse sobre una mesa esposado dando golpes hasta
conseguir tirarle para atrás. Pero quizá
el director de la DGS más trascendental fue Carlos Arias Navarro. Sus actuaciones durante la Guerra
Civil ya marcaban su impronta. Conocido como “el carnicero de Málaga”, Arias
Navarro estuvo al frente de la DGS entre junio de 1957 y febrero de 1965,
cuando fue nombrado alcalde de Madrid. Bajo la dirección de Arias Navarro se
produjeron dos de los hechos más destacables de la DGS. La muerte del comunista Julián
Grimau y de los
anarquistas Francisco Granado y Joaquín Delgado. Las
muertes de estas dos personas no fueron las únicas, y este hecho da paso a los
comentarios de los vigilantes de seguridad que custodian el centro, por no
hablar de los cuerpos de seguridad del estado, que dicen escuchar en las noches
más frías golpes en sus puertas tapiadas, gritos de clemencia como “abran soy
inocente” o “no me matéis no me matéis”, este último dato lo aporta un
personaje histórico de este lugar, con el que pude hablar, y que no quiere facilitar su nombre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario