miércoles, 4 de abril de 2018

LEYENDA 22 LOS TÚNELES SECRETOS DE MADRID (II)


En un número anterior de MH, hable de los pasadizos del metro de Madrid, y explique lo que sucedía en la parte central de la ciudad, la arteria Plaza de la Independencia, Cibeles, y sus conexiones con la Glorieta de Bilbao, en esta ocasión completo con más información el resto de lugares de la capital, que guardan leyendas y acontecimientos interesantes. Comienzo haciéndolo del palacio Real que aun dicen que mantiene sus pasadizos construidos durante el siglo XI. Bajo los Jardines de Sabatini, aún se conservan dos túneles que conectan  el convento de la encarnación. Los llamados “viajes del agua”, se refieren a las canalizaciones subterráneas de la zona de la cava baja, Don Pedro y la Plaza de la paja, que en sus sótanos tiene puerta de entrada. Entre el Teatro Español, y la Plaza de Santa Ana, existen túneles que conectan además, otros monasterios con el barrio de las letras. Algunos de ellos fueron tapiados en los años 70 del pasado siglo. El monasterio de Santa Ana fue derruido por una orden de José Bonaparte. Todo el centro histórico de Madrid, con vértices en la Puerta del Sol, Puerta Cerrada, Palacio Real y las Descalzas Reales, está comunicado por el subsuelo. Todos los funcionarios municipales que han trabajado en la Plaza de la Villa saben , por ejemplo, que los edificios del Ayuntamiento entre Sacramento, Cañete y Mayor, sin ir más lejos, están conectados bajo tierra, y con ramales totalmente tapiados que no se saben muy bien, pero se presuponen, a dónde conducen. En tiempos de Felipe V, además del Palacio Real, se construyó los cuarteles del Conde Duque, que alojó a la Guardia de Corps. Lo que se comenta sin estar completamente contrastado es que estos lugares están conectados. Su espacio dicen, que tiene capacidad para el paso de carruajes. Otra leyenda dice que en un principio se quiso conectar con un megatunel la estación de Atocha y el Palacio Real. Es un documento que recoge este plan el 17 de Diciembre de 1938. Finalizo hablando de Luis candelas. Este bandolero tenía especial habilidad para escabullirse tras sus fechorías, ayudado, por supuesto, por generosos anfitriones de los edificios de la calle San Miguel y Cuchilleros. No son los únicos, porque, como ellos, hay numerosos edificios que, sin saber muy bien por qué, comparte escapadas. Para finalizar, no podía faltar una referencia a La Fábrica de Porcelanas del Retiro tenía una red de galerías subterráneas que llegaba, ahora sí, a Atocha. Al menos, se le ha seguido en pleno parque a 160 metros de túneles, que, en realidad, son el alcantarillado. El entramado subterráneo fue construido en torno a 1765, seis años después del inicio de las obras de construcción del edificio. Realidad o leyenda, Madrid guarda aún muchos secretos por descubrir, todos secretos subterráneos.