viernes, 13 de septiembre de 2019

LEYENDA 33 EL HOSPITAL RAMON Y CAJAL DE MADRID Y SUS HISTORIAS ESTREMECEDORAS


Os ofrezco en Madrid Histórico el último de los tres artículos dedicados a leyendas de hospitales en activo. Quien le iba a decir a Don Santiago Ramón Y Cajal, ilustre premio nobel de histología y anatomía patológica, que en un hospital con su nombre, se iban a producir fenómenos paranormales. Construido en Madrid entre 1974 y 1976, se inaugura en 1977 pasando a ser a nivel nacional y europeo centro de Referencia en patologías complejas, 28 grupos de investigación y una actividad anual de 150.000 urgencias de media, un millón de consultas y más de 30.000 cirugías. 14 acreditaciones lo avalan en 2018. Entre todo este barullo de datos, existen historias paralelas. Todas ellas, relacionadas con fenómenos paranormales, la mayoría, relatados por personal sanitario y de seguridad. Zona de Oncología, mortuorios, habitaciones destinadas a despachos por desconcertante actividad ilógica… Hay una habitación “maldita”, cuyo número y planta no desvelaremos donde ocurren fenómenos extraños. En ocasiones suena el timbre de asistencia y cuando el personal sanitario acude, no hay nadie. También se habla de carros de medicación que se mueven solos. Una enfermera jubilada que prestó servicio en el centro desde sus inicios, comentaba que veía pacientes fallecidos, si, seguía viéndolos, añadía que resignada no le quedaba más remedio que saludarles. En una ocasión, comenta una doctora, que tras fallecer un paciente, se oyeron golpes en la puerta del baño de la habitación, abrió la puerta pero no había nadie. Determinadas enfermeras comentan que tras un fallecimiento la habitación tiene un brillo especial que dura apenas unos minutos. El ajetreo diario de los grandes hospitales, las idas y venidas de pacientes de todo tipo, y las salas de urgencias repletas de personal sanitario, no interrumpe al silencio parcial que reina durante la noche. En la zona mortuoria, una de las más vigiladas, también suceden cosas. Lo relata uno de los vigilantes de seguridad que custodia los cadáveres. Dice haber escuchados gritos en las zonas de refrigeración, y que una de sus puertas, en época estival, se abre y cierra constantemente para estupor de los allí presentes. Realidad o ficción el Centro Ramón y Cajal de Madrid, tiene su leyenda, y está aún muy viva.