Quien no ha
dicho en alguna ocasión la expresión, “No
seas agorero”. ¿Saben de dónde viene? ¿Saben que era una mujer quien acuño
por primera vez esta definición en si misma? Se llamaba María Mola. Venia de
Burgos, la expulsaron de la ciudad Burgalesa sobre 1400 y le decían la Agorera.
Se dedicaba a predecir malos presagios y tenía una clientela amplia y selecta.
Era tan conocida en la villa y corte que acudían a ella hasta los frailes de la
zona., en concreto un Franciscano lego. Un día, un joven Fray Pascual, confeso
al religioso sus más íntimos secretos, y este le mando a ver a María Mola.
Este, dejo en manos de la bruja su destino, realizando conjuros y sortilegios,
pago a la hechicera su contribución y pasados uso minutos la agorera le dijo al
joven. “De arriba bajara la claridad de
tus dudas cuando una mañana celebres tu misa de Alba, Ángel o demonio vendrá a
ti, según tengas el estado de tu conciencia”. Justo al día siguiente,
cuando fue a celebrar su misa diaria, el joven Fray Pascual vió algo horrible.
Un monstruo con alas y cuernos trepando por la pared subiendo hacia la lámpara,
con gritos muy desagradables y desgarradores. Cayó al suelo aterrorizado y
abandono la iglesia recompuesto confundiendo desde entonces el lugar que ocupa
el bien y el mal. Pocos días después descubrió que era el vuelo de una lechuza
lo que realmente presencio y que la puso allí la propia María Mola. ¿Saben que
les sucedía a las brujas en la edad media?.
Si, efectivamente en 1411, la justicia se encargó de la Agorera. María
Mola fue condenada a la horca. Desde entonces ese lugar se llamó calle de la
agorera, que por evolución de vocabulario fue reconvertida en la Gorguera. Más
tarde se llamó Núñez de Arce. Hay un detalle a tener en cuenta, los madrileños
que viven esta calle, en las tardes y noches, durante todo el año, dicen ver el
fantasma de María Mola. Sigue apareciéndose e intimidando a los vecinos, y
muchos, aterrados, intentan evitar esa zona.
No hay comentarios:
Publicar un comentario