El jardín del
Ángel es una floristería de la calle huertas que existe desde hace más de cien
años, siendo la más antigua de Madrid. Situada en el corazón del Barrio de las
Letras, inició su andadura en torno a 1889, construida sobre lo que fue el
cementerio de la iglesia de San Sebastián. En el que descansaban los restos de
destacadas personalidades como Juan de Villanueva, Ventura Rodríguez o Lope de
Vega. Conocida como El Jardín del Ángel, y tras varios meses de reformas,
reabrió sus puertas el 1 de diciembre de 2020, bajo el nuevo nombre de El Ángel
del Jardín. Regentada actualmente por la botánica Elsa Valverde y la florista
Mercedes Rodríguez, la floristería respeta su pasado histórico. En él se
conserva, por ejemplo, el olivo más antiguo de Madrid en el jardín de su
entrada, y su estética, con su característico invernadero. Incorpora elementos
innovadores, como un bonito jardín vertical situado en la pared trasera de la
iglesia de San Sebastián, con la que limita. La calle huertas toma su nombre
porque en esa ubicación había huertos que servían para alimentar a esa zona de
la capital. En su barrio, estaba la sede el diario Pueblo, y antiguamente se llamó
el barrio de las musas, porque residían personalidades de las letras tan
destacadas como Cervantes, o Quevedo. Una tradición que cumplen muchos
madrileños, consiste en comprar una rosa blanca en el jardín del Ángel, y
depositarla en la estatua que posee Federico García Lorca en la Plaza de Santa
Ana en la conmemoración de su muerte, o de su cumpleaños. Pero esta floristería
y sus aledaños, así como la iglesia y el cementerio de San Sebastián cuenta con
una leyenda impregnada de amor y dolor, que a todo el entorno lo hace
particular y diferente así como atractivo para foráneos, turistas y visitantes.
Se trata de la leyenda que protagonizó el escritor José Cadalso, que tras la
temprana muerte de su amada, perdido por el dolor, solicito al enterrador del
camposanto ya desaparecido, que desenterrara el cuerpo de la joven para darle
el último beso y poder abrazarla.
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