domingo, 12 de enero de 2025

LEYENDA 67 LA MUJER DE LAS BIBLIAS MACABRAS

 

Viajamos al siglo XVIII. La iglesia de San Cayetano, fundada por los sacerdotes Teatinos, fue inaugurada en 1761. La calle embajadores estaba de estreno. A Madrid llegaba pescado salado desde Alicante y Bilbao, empezaron a transitar los primeros taxis tirados por mulas, y finalmente, las medidas de salubridad fueron tomadas durante los primeros años del reinado de Carlos III, que se convirtió en rey de España en 1759. El tema de las basuras fue resuelto ordenando la construcción de cañerías y fosas sépticas en cada casa. El grueso de las medidas está dedicado a la construcción de aceras y a las obras del nuevo empedrado. El Alcalde bueno y Rey Carlos III, se volcó con la ciudad. En aquel Madrid, en aquella época, existía la denominada Plaza de los Salvajes actualmente Plaza del Conde de Miranda. Una mujer transitaba a diario la zona y era famosa porque Elaboraba biblias a mano y decía que tenían propiedades milagrosas. Era también  época de catolicismo y creencias firmes por lo que tener un motivo religioso exclusivo y de valor tangible se podía convertir en locura. Los que compraban esas biblias debían tenerlas en sus manos y pedir un deseo que, posteriormente, se haría realidad. Al mismo tiempo, dato curioso y a tener en cuenta, comenzaron a desaparecer bebes y niños de la plaza y calles aledañas. Madres desesperadas comenzaron a unirse y organizarse por la pérdida de sus hijos y denunciaron esta situación a las autoridades locales. Las biblias de aquella mujer se hicieron completamente virales en la época en Madrid y fuera de la capital. Un determinado día, aquella mujer fue detenida por la mismísima Inquisición por que se sospechaba, que la tapa de las biblias estaban elaboradas con piel humana y no el cuero que se utilizaba habitualmente. La mujer desapareció, nunca más se supo de ella y de su paradero y las famosas Biblias perdieron su poder y su macabro encanto.



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